Subida del SMI, ¿acierto?

 Este mismo miércoles el gobierno español actual ha manifestado públicamente una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 950 euros. Esto supone un aumento del 5.5% del SMI, el cual ha llegado con otras subidas precedentes en años anteriores. 

 Sin embargo, se ha propuesto que el SMI llegue a alcanzar los 1200 euros a finales de la legislatura actual, llegando a estar en el 60% del SMI propuesto por Europa.

 Estas subidas, según Carmen Calvo, actual vicepresidenta primera, no se producirán con una sola reforma, sino que se producirán de manera progresiva para que su impacto no sea tan repentino. Sin embargo, la subida a los 950 euros ya ha hecho a numerosos empresarios disminuir sus posibilidades de contratación, y la subida a los 1000 euros podría tener consecuencias mucho peores.

 Este intento de la subida del SMI para alcanzar la media europea, aunque una propuesta que a primera vista parece atractiva, no puede dejad de tener en cuenta las necesidades empresariales ni la sensibilidad de las mismas empresas a los cambios en sus gastos, siendo las reformas tomadas por el gobierno de Pedro Sánchez las causantes de romper récords en subidas del SMI, solo superadas por Lituania. 

 En años como en el que nos encontramos, con previsión de una nueva crisis próxima, no podemos evitar fijarnos en datos como la gran bajada de afiliados a la seguridad social, siendo 2019 con las cifras más bajas desde 2012, existiendo el riesgo de que esta subida del SMI agrave mas la situación.

 Por otra parte, un pensamiento de numerosos economistas respecto a esta situación es que el gobierno de Sánchez debe aumentar la inversión, y con esta subida del SMI solo causa mas trabas a la creación de nuevas empresas o al crecimiento de las empresas ya creadas, lo que está estrechamente ligado a la creación de empleo.

 Por tanto, las conclusiones que obtenemos es que las reformas económicas que se deben tomar no deberían ir ligadas solo al SMI, ya que tomar solo medidas con relación al aumento de este acabarán perjudicando a las empresas, y por consiguiente, a las mismas personas que pretende ayudar esta medida.